...
Un pájaro pequeño
vuela errante
en las ramas del
crepúsculo.
Un aroma gris,
extraño,
asciende de una
espina
que soñó ser
rosa.
...
Mohammad Sabbag
La Mostra del cine ya terminó.
Qué lindo el Lido de Venecia semidesértico al atardecer donde respirar la atmósfera de los grandes cineastas de otros tiempos como Fellini, Visconti...
y obsevar desde el mar las estrellas del cielo veneciano
que no del celuloide. Estas apenas brillan más allá de las cremas bronceadoras, bueno, no, en algunas pelìculas brillan talentos...
Septiembre avanzando a toda marcha sin esperar a nadie...los preparativos escolares, la nueva estación incipiente...
Y ahí afuera tantas cosas pasan ...
... mientras, el mar, el jardín y el bosque siguen igual de bellos, impertérritos, como los gorriones que cada día se acercan a sus sombras y levantan el vuelo como si nada ocurriera.
Nada les arrebata su ligereza alada...
La luz ambarina crepuscular huele a higos, ciruelas y uvas maduras que esperan la vendimia...
Focaccia de higos, ciruela y
manzana
Ingredientes
Masa:
Levadura fresca
para pan- 12 gr
Harina – 250 gr.
Mantequilla – 50
gr.
Azúcar – 4
cucharadas (yo usé el moreno integral pero da igual)
Leche – un chorrito (unos 50 gr. según el tipo de
harina)
Relleno:
Fruta variada de
estación: tres higos morados/ media manzana con piel/ una ciruela morada
Azúcar – 3
cucharadas (2 para el relleno y 1 para espolvorear la focaccia por encima antes de hornear)
Agua – 1
cucharada y media
Aceite de oliva –
1 cucharada
Ponemos en un
cuenco la harina y desmigamos en ella la levadura. Unimos la mantequilla
derretida y el azúcar. Mezclamos muy bien.
A continuación vamos echando la leche poco a poco y amasamos el compuesto hasta que quede
blando y homogéneo. Salamos y formamos una bola que dejamos reposar cubierta con un paño una media hora para que
leude.
Forramos un
molde de horno con papel sulfurizado. Calentamos el horno estático a 220°C.
Dividimos la bola de masa en dos partes.
Extendemos con el rodillo la mitad de la masa y la ponemos sobre el molde para formar la base de la focaccia.
Ahora rellenamos con las frutas troceadas en
gajos y rodajas finas.
Añadimos dos cucharadas de azúcar por encima y
cerramos con la otra porción de masa estirada. Piqueteamos ligeramente con los dedos por arriba y en los
bordes para que se sellen. Vertemos unas gotas de agua sobre la superficie de
la torta. Espolvoreamos por encima una cucharada de azúcar y un hilo de aceite.
Cocemos en el
horno a 200 °C a mitad altura durante unos 20- 25 minutos.
Antes de servir la presentamos con un ligero velo de azúcar glas.
Está de
rechupete, aunque reconozco que tengo que mejorar la presentación. Ideal para una merienda-cena campestre o en la terraza disfrutando de estas dulces tardes doradas de septiembre.
Espero que os guste tanto como a nosotros. Animaos a prepararla, seguro que os sale perfecta.
Os dejo ahora en el atardecer rosado con una bella melodìa relajante
y mi abrazo afectuoso de buen auspicio en el nuevo ciclo que se abre
Os dejo ahora en el atardecer rosado con una bella melodìa relajante
y mi abrazo afectuoso de buen auspicio en el nuevo ciclo que se abre
fuente receta AQUI